Capítulo 22: “Punzadores”.
—Molly, ¿realmente piensas matar a ese niño? Y que hay de esa tal “Brighella”, ¿quién es ella? —pregunté confundido tras recordar ese dato.
La expresión de su rostro fue de espanto, con la voz temblorosa y de total asombro me cuestionó:
—¿Dijiste “Brighella”? ¿Cómo sabes de él?
—¿Qué?; del mismo modo de donde sacaste el nombre de Bock, creí que lo habías escuchado de los Crosswer, ellos mencionaron a “Brighella” también, pienso que es uno de los que acompañaba a Bock, seguro es la niñ...
Hasta ahí me detuve, pues la cara de Molly ya no era la misma, estaba perpleja y molesta, como hablando consigo misma comenzó a quejarse:
—¡¿Cómo, cómo puede ser posible?! Esas estúpidas aves se debieron de haber equivocado, no hay manera de que B. (Brighella; a veces solo lo llamaba por la primera letra) este libre, ¡yo misma me aseguré de eso!
—¡¿Qué pasa?! ¡¿Quién es él?!
—No tiene caso que te lo explique, no tiene sentí... —Molly acomodó sus ideas en ese momento, tras una pausa y un suspiro de aceptación continuó—: De hecho solo así tiene sentido.
Espantapájaros, esto se salió de mis manos, si los cuervos mencionaron a Brighella es porque ahí estuvo, yo solo los escuché decir el nombre del mocoso (del tal Bock) y enseguida supe de quien se trataba, me molesté tanto que a lo demás que crascitaban no le presté atención.
Se les llama “Zanni” a esos demonios, y Brighella es uno del que me logré librar hace tiempo atrás, pero fue en vano pues no pasaron muchos días para que el Hellequin apareciera y lo remplazara. Ellos son como los sabuesos de caza; y la presa soy yo.
—¿Pero por qué te persiguen? ¿Qué fue lo que les hiciste?
—Los niños fueron los primeros en seguirnos después de estar en el parque, nos debieron de haber esperado hasta la hora en que regresamos con Odín, Brighella que a diferencia del Hellequin es capaz de moverse en el día, vio esto como una oportunidad y actuó aprovechando que yo desconocía su presencia, no solo facilitó que los chicos salieran y regresaran al bosque con más gente, influenciados los encaminó en la dirección correcta para que dieran con Odín.
Los Crosswer debieron haber estado mientras que los del pueblo le prendían fuego, solo pudieron observar como ocurría, por eso solo repetían las cosas que escucharon de esas personas; palabras claves.
Seguro B. también debió ser quien evitara con algún maleficio u opresión que los Crosswer se nos acercaran, Hempel (el cuervo blanco) se habrá visto afectado igual por el mismo decreto, eso explicaría también porque no aparece a pesar de que lo he llamado, es lo único que se me ocurre, es por eso que no los vimos en toda la tarde.
Todo eso tuvo que pasar mientras estábamos buscando comida en el pueblo, perdimos mucho tiempo ahí.
Además; Freki tenía órdenes de no permanecer mucho tiempo cerca de mí, a pesar de ello hizo un recorrido por la mañana y no sé qué tan lejos este ahora, no llegará a tiempo... Y por supuesto, Geri; imposible.
Ella me hablaba como si entendiese lo que me estaba explicando, no le había escuchado mencionar antes al tal “Freki”, y lo de “Geri” (el que mencionó era su lobo); antes creí había sido una broma, evidentemente estaba muy confundido y mal informado. Siento decirlo pero esas dudas no podre aclararlas en este escrito, siempre me ocultó cosas y mi cerebro no me da para comprender exactamente en qué lío estaba metido. Molly continuó:
—¡Maldición! Ese estúpido demonio después de entrometerse lo más seguro es que le deje totalmente el trabajo al Hellequin, pero pudo ser peor en ese aspecto ya que B. Prácticamente se lavó las manos, definitivamente hubiese sido terrible tener que toparme de nuevo con él, saben que en mi situación actual con uno de ellos es más que suficiente.
¡¿Dos demonios?! ¿Cómo combatir algo como eso? ¿Con quién realmente conviví en esos días? ¿Cómo una niña logra conseguir que dos monstruos le sigan con intenciones de matarla?
Estoy seguro que nunca pensó en contestarme nada de eso, de todas formas no tuvo tiempo de darme más explicaciones, ya que en ese instante fuimos interrumpidos por las grandes puertas de la iglesia que se abrieron de par en par, la luz que provenía de ella nos iluminó y la gente comenzaba a salir pero se detuvieron al vernos en medio de la calle, entonces no se hicieron esperar los murmullos.
Molly dio un alto suspiro de resignación, guardó silencio y tras concentrarse, comenzó a deformar su expresión gradualmente de manera vesánica, tan terrible que en verdad parecía una bruja, otra vez le vi derramar esa sustancia oscura ahora incluso de su nariz, sus ojos se encendieron con un rojo intenso y su cabello danzaba como si estuviera sumergido en el agua.
De pronto los focos de alumbrado de las calles y casas cercanas comenzaron a explotar uno tras otro hasta que toda esa zona del pueblo quedó totalmente en penumbras, la energía se había ido incluso en la iglesia, dejándose revelar así con mayor intensidad ese cielo estrellado del que les había hablado, pero no por mucho tiempo, porque seguido avanzó una niebla oscura que como un manto cubrió el cielo dejándonos en tinieblas, entonces una voz diabólica, por no saber de qué otra manera describirla; les habló a todos los presentes:
“Entreguen al niño a quien llaman Bock y seré misericordiosa con sus almas, pues solo quiero quebrantar y lamer de sus huesos.”
Todos entramos en pánico, los gritos se dieron de inmediato, enseguida se metieron corriendo a la iglesia pero al intentar cerrar las puertas estas no cedían, varios hombres se juntaron para tratar de moverlas mientras que lo que se supone era Molly se acercaba a ellos saltando en un solo pie como si estuviera jugando al avión, creo que la expresión: “la gravedad no significa mucho para mí.” cobraba un sentido exagerado y ridículo, pues sus movimientos eran como si estuviera en “slow motion”.
Era ese un jugueteo tétrico y enfermizo para ella; la mofa de los psicópatas por el goce de asesinar, hice lo posible por no ensuciar mis pantalones cuando comenzó a cantar:
“Molly es una buena niña y se siente muy bien para ser una mentirosa.”
La multitud se acumulaba en la entrada de la iglesia desesperada haciendo su mayor esfuerzo para cerrar las puertas, unos oraban, otros le arrojaban objetos y otros hacían ambas cosas, de pronto Molly se detuvo finalizando con ambos pies en el suelo y las puertas se cerraron azotándose de forma violenta, todas las persona pegadas a ellas salieron volando hacia dentro quedando ahora encerradas, pero Molly se había detenido aún mucho antes de llegar a alcanzarlos.
Lo siguiente es que ella se incorporó derecha, enderezó su cuello, levantó su cabeza y poco a poco su rostro regresó a la “normalidad”. Para finalizar; se dio la vuelta y solo dijo:
—Uf, he esperado este momento como a ningún otro momento lo he esperado, y ahora es el momento que esperaba.
Volteé hacia donde ella estaba mirando, y ahí estaba de pie y detrás de nosotros: el Hellequin.
